Según han confirmado fuentes del caso a Europa Press, la mayor parte de los testigos han sido llamados por el Ministerio Fiscal, mientras que la acusación particular, que representa a la familia del fallecido, se ha adherido a la totalidad de las pruebas testificales solicitadas por el ministerio público.
Al transcurrir los hechos la madrugada del 22 de julio en las explanadas del botellódromo de Jerez –zona de la movida de muchos adolescentes en la ciudad– la mayor parte de los testimonios que oirá el magistrado corresponderá a jóvenes del grupo del fallecido y los imputados Jaime D.R, de 18 años, y Fernando M., de 19, ambos en prisión preventiva en Puerto III.
Los dos están imputados por un presunto delito de asesinato, siendo el primero de ellos el supuesto autor material de los hechos, que se ayudó presuntamente de Fernando M. para asestarle al menos tres puñaladas mortales.
La defensa del principal agresor, por su parte, mantiene que su representado actuó en «legítima defensa» después de que supuestamente el menor le golpeara, mientras que la del supuesto colaborador en este trágico suceso cree que su cliente «no pinta nada» y que no ha quedado demostrado que ayudara a la perpetración del crimen.