En un documento conjunto, han manifestado que el copago establecido de un 10% del precio venta al público con un máximo de 4,20 euros por envase en la medicación hospitalaria de dispensación «supone un riesgo importante de falta de adherencia».
Por ello, han alertado de que la medida puede comprometer la salud de miles de pacientes que sufren dolencias graves como el cáncer, la hepatitis C o enfermedades autoinmunes.
A su juicio, este copago también plantea «problemas éticos y legales» en caso de que el paciente no pueda o quiera asumirlo, ya que la farmacia del hospital se verá obligada a no dispensar el medicamento con las potenciales consecuencias para la salud del paciente.
La medida no añade valor a la atención de los pacientes ni tampoco a la sostenibilidad del sistema, por lo que las sociedades integrantes de la academia han rechazado esta aplicación.