Mientras el llamado Consejo de Transición Nacional sigue buscando los resquicios legales para evitar que la Cataluña independiente quede fuera de la UE, el Parlamento Europeo, por boca de su portavoz Jaume Duch, recordó ayer que la independencia de parte de un Estado de la UE comporta “automáticamente” su salida de la Unión, en la que es difícil reingresar porque requiere la unanimidad de los miembros. Claro que todo esto hace sonreír a los independentistas, acostumbrados como están a saltarse la legislación propia y ajena a la torera.
Así las cosas, el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, prefirió ayer no hablar de este tema, al que no tiene ninguna solución que dar, y desviar su verborrea diaria hacia otros terrenos. Se pregunta: “La pregunta clave, que algunos se esfuerzan en esquivar, es: ¿En la Europa de hoy, en un Estado democrático como el español, se puede votar o no?”. Debe ser una pregunta difícil de contestar para Homs, pero esa no es la cuestión. La pregunta clave es: ¿Qué futuro propone usted para los ciudadanos catalanes?… Porque el presente de su gobierno es aterrador. Pero para eso está claro que no tiene solución.
Y mientras tanto, a seguir dando cera. Porque las palabras Jaume Duch, palabras de un catalán pronunciadas durante una entrevista en Cataluña Ràdio, motivaron la salida en tromba de los terminales nacionalistas. Las redes sociales se llenaron de comentarios tremendos hacia Duch basándose en su antigua militancia en Centristas de Cataluña, un partido que se formó con antiguos militantes de Unió Democràtica y la UCD. Leña, demagogia… y todo solucionado.
Y la pregunta clave es…
