Los agentes encontraron, cuando entraron en el comercio, a varias personas, entre ellas a una mujer que sostenía en brazos a una bebé que no podía respirar y presentaba un color amoratado provocado por la falta de oxígeno.
La menor se había atragantado con un caramelo, por lo que los agentes iniciaron de inmediato las maniobras para que recuperara la respiración, explica este cuerpo de seguridad en un comunicado.
En primer lugar, colocaron a la bebé boca abajo y le practicaron un masaje en el esternón para que el caramelo fuera expulsado. Acto seguido, uno de los agentes optó por introducir el dedo índice en la boca de la pequeña, lo que provocó que se despejaran sus vías aéreas. De esta manera, la niña fue recobrando progresivamente la coloración rosácea de la piel e inició un breve llanto.
Los agentes están destinados en la UPR Motos de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Valencia.