Ambas nacieron con unos 50 kilos de peso cada una y desde los primeros días se les daban cinco biberones «gigantes» al día. Esto se debe a que hasta que alcanzan aproximadamente 100 kilos de peso es necesario que tomen una cantidad de leche equivalente al 10 por ciento de su peso, algo que suele tardar unas seis semanas.
A partir de ahí se pasa a darles 9 litros al día repartidos en cuatro biberones hasta que cumplen cinco meses. Desde ese momento, de forma gradual, se van reduciendo las tomas hasta que llega el momento del destete. La pauta seguida es la siguiente: de los 5 a los 7 meses 3 biberones al día, de los 7 a los 9 meses dos biberones y de los 9 a los 10 meses se reduce a una única toma al día.
De esta forma, entre los 10 y 11 meses es el momento del destete que debe realizarse con temperaturas suaves, evitando que coincida con un momento de frío para garantizar su bienestar.
Además de la leche, desde la octava semana se comenzó a incluir en su dieta algo de alfalfa y heno que progresivamente se les va incrementando. Todo ha ido funcionando perfectamente y no se descarta que haya tenido una influencia muy favorable el hecho de que ambas jirafas hayan compartido este tiempo y los rituales citados, ha informado el zoológico en un comunicado.