Tras el juicio con jurado popular que declaró probado que Isidro P., de 55 años entonces, había matado al padre sin que este pudiera defenderse, la Audiencia en su sentencia recogida por Europa Press lo absuelve del delito de asesinato con alevosía al considerar que sufre una «alteración psíquica».
Isidro P. llamó sobre las seis de la mañana a la puerta del piso que compartía con su padre porque se había olvidado las llaves y su progenitor le recriminó que llegara tan tarde y borracho y le dio varios puñetazos.
Su hijo respondió tirándolo al sueldo dándole varias patadas, y fue a la cocina a por un cuchillo y le cortó el cuello, aprovechando que el padre no podía defenderse porque estaba tendido, boca arriba y seminconsciente, según el veredicto del jurado.
El acusado se presentó en la comisaría de los Mossos d»Esquadra de Mollet para comunicarles que había matado al padre.
El jurado también declaró probado que Isidro P. padece una enfermedad psiquiátrica grave consistente en trastorno delirante crónico que, unido a una importante ingesta de alcohol, produjo la anulación de sus capacidades para entender la realidad.