Los nervios están a flor de piel en el salón del Teatro Real. Los niños de San Ildefonso, que llevan preparándose meses para este gran día, este domingo tuvieron su último ensayo antes del momento de la verdad.
No salió todo lo bien que se esperaba. Varios niños se tropezaron con el papel especial que cubría el suelo para que los bombos no se rozaran y otros tantos no pudieron evitar las lágrimas por la tensión.
Es mucha responsabilidad para estos pequeños y las mamás y familiares de los niños están muy nerviosos.
La joven Lorena lloró hasta en dos ocasiones y Janna tenía que cantar El Gordo y se le olvidó. La noche ha sido complicada para los jovencitos pero hoy sus familias les han animado y apoyado para que todo salga perfecto.
Las familias, en el tercer anfiteatro del Teatro Real
Los familiares de los niños de San Ildefonso se plantaron el año pasado y advirtieron a los organizadores del Sorteo de Navidad que si no les daban las suficientes plazas en el salón, los peques no cantaban.
Gracias a eso este año han conseguido un sitio para todos en el tercer anfiteatro del recinto.