La labor de esos agentes en esas horas extraordinarias pasó por acompañar a los servicios mínimos, ocupar puestos fijos en los puntos donde se preveía la posibilidad de conflictos y atender las incidencias que, en palabras del delegado, «no fueron pocas». Todas las unidades de distrito participaron en el operativo, que desplegó seguridad durante las 24 horas en la base del Selur.
Núñez ha insistido en que esas 8.716 horas extras serán abonadas «de lo que no se pagará a las empresas por no hacer los servicios», de modo que esos trece días de huelga «no supondrán un gasto para los madrileños». Fuentes municipales concretaron a Europa Press que el montante económico final de horas extras de los agentes asciende a 204.826 euros.
El titular de Seguridad, asimismo, ha afirmado que la Policía continuó durante los días de huelga acometiendo las «actuaciones normales de su servicio», como una operación contra el botellón durante el fin de semana o el sábado, «el día de la madre de todos los despliegues», como lo ha definido el socialista Pablo García-Rojo, «se produjo un desalojo y un levantamiento de actas por incumplimiento de la Ley de Espectáculos (LEPAR)» en la sala Moma.
También ha destacado que la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, estuvo «al frente del operativo desde el primer momento» controlando la salida de los trabajadores de la empresa pública Tragsa en las primeras horas de su labor como complemento a los servicios mínimos.
Por otro lado, desde el Área ha detallado que durante los días de huelga se llevaron a cabo 125 inspecciones sanitarias en las calles de Madrid y que tras el parón se está revisando y reforzando el tratamiento de la red de alcantarillado.