El profesor de Comunicación y Derecho, y secretario de comunicación de la Asociación para el Estudio de la Defensa y de la Seguridad Pública »Coronel Gil de Bernabé», Ricardo Ruiz de la Serna, ha advertido este miércoles de que la justificación de los movimientos violentos «históricamente ha fracasado» y, aunque ha reconocido «cierto grado operativo» en Resistencia Galega, ha apuntado que «ese tipo de violencia tiene un ciclo y la ley se acaba imponiendo».
Así lo ha manifestado en declaraciones a los medios, durante la jornada de apertura del I Curso sobre Terrorismo, Seguridad Ciudadana y Violencia Antisistema, que se celebra en el Instituto Ferial de Vigo organizado por la Unión Federal de Policía. Ruiz de la Serna ha apuntado, a preguntas de los periodistas, que las últimas actuaciones de Resistencia Galega pudieron haber sido «catastróficas» por los daños ocasionados (aunque sin víctimas personales).
Este profesor ha subrayado que «los que optan por la violencia organizada e institucionalizada suelen terminal mal, con sus componentes en la cárcel y con un gran descrédito ante la opinión pública». «La violencia deslegitima los movimientos y sus ideologías, por muy legítima que sea», ha añadido.
Asimismo, ha apuntado que la evolución del grupo independentista radical gallego, considerado una organización terrorista por la Audiencia Nacional, denota una «huida hacia adelante», en la que «la violencia es cada vez mayor». No obstante, ha indicado que «este tipo de violencia tiene un ciclo y la ley y la democracia se acaban imponiendo».
«LÍNEA ROJA»
Con respecto al posicionamiento de ciertos partidos ante esos movimientos, Ricardo Ruiz de la Serna ha apuntado que «siempre ha habido quien ha tratado de sacar rédito político de la violencia, tratando de buscar legitimaciones, justificaciones, pero históricamente han fracasado». «La opinión pública no se deja manipular tan fácilmente», ha explicado, y ha añadido que «cuando entra en juego la violencia, se cruza una línea roja».
Este experto ha indicado, no obstante, que «la sociedad gallega puede estar tranquila» porque tiene a su favor la labor de los cuerpos y fuerzas de seguridad, aunque también ha aseverado que, ante los fenómenos de violencia, «hay que pedir que la democracia se defienda, si no, los totalitarios y los violentos terminan haciéndose con cuotas de poder que no les corresponden».
Finalmente, se ha referido a la incidencia de la crisis en la evolución de la delincuencia, y ha concluido que sería «excesivo» afirmar que la crisis ha incrementado la inseguridad. En cualquier caso, ha reconocido que han reaparecido figuras delictivas que ya no existían como el hurto famélico, y se han acentuado otros delitos contra el patrimonio, estafas a compañías de seguros, etc.