La Convención del PP es importante. Primero porque el PP es el partido que sostiene al Gobierno. Segundo porque es el mayor de todos los partidos españoles, de momento en votos, en militantes y en poder territorial, Por eso una reunión en la que discutir sobre el futuro de España y sobre su futuro como partido es de interés para todos los ciudadanos.
Una Convención no elige cargos, sólo discute sobre ideas y programas. Por eso no se puede esperar de ella un cambio en la estructura de poder del partido. Los que mandan, en el Gobierno, en el Partido y en los Órganos Territoriales seguirán siendo los mismos. En consecuencia su significado político es muy reducido.
Entonces: ¿Qué ha intentado la Convención del PP?
La moral de victoria del PP
Lo primero que la Convención va a intentar es una subida de la moral del PP. Esa reunión es una catarsis colectiva; una reafirmación de la importancia del partido. Algo muy importante para unos militantes que reciben las críticas de los suyos, de sus electores, de sus afiliados e, incluso, de alguno de sus dirigentes.
Qué no se engañe el PP, la capacidad crítica de sus dirigentes/militantes/simpatizantes/ votantes es alta. Después de los sacrificios que han impuesto a la clase media el “No les vuelvo a votar” es algo que se oye muy a menudo entre los preocupados por la lucha contra ETA, cuestiones morales, la presión fiscal, el desempleo y la aparente impasividad ante el desafío soberanista, etc… Son los frentes que tiene abiertos el PP en su propio electorado. Necesitan recuperar su confianza. Las encuestas siguen dando ganador al PP en las elecciones europeas. Pero también una pérdida de votos que tiene preocupada a la cúpula popular.
Claro está que recuperar la confianza empieza por hacerlo consigo mismo: reforzar la auto-confianza. La sensación de que son lo que necesita el país. Reforzar su moral de victoria. Juntos, viéndose unos a otros de animan y se dan ánimos. Y eso no es sólo importante para los militantes significativos del partido, también lo es para el resto del país que necesita una fuerza política capaz de articular los intereses de una parte importante de la población.
Compromisos de acuerdo con su programa electoral
Otro objetivo importante de la Convención es el compromiso de cumplir el programa electoral. Rajoy reconoce que en economía ha tenido que tomar decisiones que van contra su programa electoral. En particular en materia tributaria. Por eso no es una sorpresa que en la Convención se hayan anunciado ”bajadas sucesivas de impuestos” (palabras literales en la convención).
También es consciente que la decisión del Tribunal de Estrasburgo le ha enajenado la opinión de una parte de su electorado ligado a la Doctrina Parot, la lucha contra ETA y la reparación de las víctimas del terrorismo. En la Convención se reforzará el compromiso con ellas buscando, entre otras cosas, desactivar el nuevo partido VOX, cuya baza es precisamente la defensa de esas reparaciones y la de la unidad de España. Algo sobre lo que quieren morder electoralmente otros partidos por la izquierda como UPyD y Ciudadanos. Por tanto veremos como la Convención intenta desactivar la acusación de ser débil ante ETA y el desafío soberanista catalán.
Y, aunque no estaba en la agenda, era indudable que Gallardón se vería obligado a seguir defendiendo su Ley de Defensa de la Vida. Es otra de las ofertas electorales que les llevaron al Gobierno. Ahí la izquierda se equivoca. Cuanto más manifestaciones haga contra la ley, más fidelidad electoral obtendrá el PP de aquellos sectores que están por la Reforma, incluidos los que la quieren por razones religiosas. En el momento en que escribo este artículo el Ministro de Justicia ya ha defendido su anteproyecto, mientras en Madrid la Izquierda Femen-nista se manifiesta, en unos días lo harán los defensores de la vida del no nacido. En la lucha electoral el PP hará un balance de ambas manifestaciones y lo comparará con sus principios. Es posible que ambos coincidan en la conveniencia de defender la ley.
También llamadas a la unidad del electorado
El último mensaje será el de la unidad. Pero no sólo del partido, eso se da por descontado. Los que están en contra o salen de él o permanecen callados. Lo importante es el mensaje de la unidad del electorado. Es la conocida tesis de voto útil.
El concepto a enviar es: si quiere defender la vida, mantener la posibilidad de mejorar la economía, encontrar trabajo y recobrar la competitividad, la renta perdida, defender a España y moderar el discurso político modernizándolo, el único voto útil es el PP. Lo demás son aventuras peligrosas.
La pregunta es: ¿Ha conseguido el PP trasmitir este mensaje al menos en parte? ¿Ha recuperado alguna parte de su electorado? Las encuestas lo dirán en breve y las elecciones definitivamente.