Desde la creación de las BIVE en 2007, se han realizado unas 3.000 inspecciones con la Unidad Canina Especializada en la detección de los mismos, de las cuales 2.000 han sido preventivas y 1.000 urgentes, ha precisado la Junta en una nota.
Este trabajo, unido a las inspecciones técnico-oculares desarrolladas en fincas localizadas por toda Andalucía, ha supuesto el decomiso de miles de artes ilegales entre las que se encuentran lazos, cepos, jaulas trampas y tóxicos empleados para el envenenamiento intencionado de la fauna.
Tanto estas acciones como las otras actuaciones impulsadas a través de la Estrategia Andaluza de Lucha contra el Veneno han propiciado la reducción del uso ilegal de cebos envenenados en Andalucía en un 70 por ciento en los últimos años.
Asimismo, los procedimientos administrativos y, en su caso, penales, al igual que las bases de datos sobre uso de venenos, han mejorado notablemente, tanto en forma como en contenido, pues cada elemento relacionado con venenos sigue estrictamente las indicaciones establecidas en los protocolos y legislación vigente.
También se ha avanzado enormemente en el registro de los diferentes casos, que se documentan a través de informes y atestados elaborados por las brigadas, en donde se detallan con precisión todos los hechos acontecidos, lo que facilita la optimización del expediente administrativo o judicial.
Esta labor ha contribuido, por otro lado, al incremento de las poblaciones de algunas especies como el buitre negro y el águila imperial ibérica, así como al éxito del Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos.