Junto a la antigua Casa Consistorial, contemporánea del Emperador, se ha oficiado una «sencilla pero entrañable» ceremonia de despedida en la que han participado gran parte de las compañías encargadas de animar estos festejos.
Por la mañana, el emperador ha realizado un paseo hasta la fonda «Las Vegas» donde ha podido degustar alguna de la veintena de tapas elaboradas en su honor por los mejores cocineros de la villa.
La novedad ha llegado por la tarde, con un desfile infantil, al que ha seguido un espectáculo pirotécnico.