En concreto, el jurado determina que el presunto asesino interrumpió meses antes de los hechos «la medicación contra el síndrome ansioso/depresivo» y el día de autos, tras consumir bebidas alcohólicas, fue a la casa de la víctima, quien en abril de ese año le propuso compartir el domicilio de manera temporal, después de una relación de amistad que les unía desde hacía 19 años.
En el inmueble, el acusado supuestamente agredió a su compañero con cuchillo y tijeras hasta en cerca de 40 ocasiones, produciéndole lesiones que le hicieron perder la vida. Además, el jurado indica que el presunto asesino «pretendió, de modo intencionado, aumentar el sufrimiento y dolor físico y psíquico» y señala que no concurren en el acusado circunstancias que «anulen o disminuyan su responsabilidad».
Cabe destacar que el Ministerio Fiscal en su informe final solicitaba para A.B.Z. una pena de un total de 15 años de prisión por la supuesta comisión de un delito de homicidio; mientras que la acusación particular reclamaba 20 años de cárcel por un delito de asesinato.