La campaña, que se repetirá en Navidad, pretende concienciar de la competencia desleal que supone la venta ilegal y, a la vez, explicar la cara oculta de esta práctica, una «lacra social» que facilita la explotación de las personas, perjudica sobre todo al pequeño comercio y que fomenta la economía sumergida, según la CCC.
El secretario general de la confederación, Miguel Ángel Fraile, ha afirmado en declaraciones a la prensa que los ciudadanos y los turistas deben saber que adquirir productos en los »top manta» es un acto «incívico», por el que el comprador puede ser multado, tal y como recoge la ley omnibus –la multa por comprar una lata de cerveza es de 120 euros y para el vendedor, de 250.
Fraile ha insistido en que se trata de una campaña de sensibilización y no agresiva, que pretende terminar con las redes «mafiosas» de delincuencia organizada que se dedican a explotar al trabajador y a falsificar productos.
La CCC impulsó esta iniciativa en julio de 2011, a petición de los comerciantes, y cuenta con el apoyo de la Dirección General de Comercio de la Generalitat de Catalunya y de la concejalía de Comercio de Barcelona.
En este tiempo, la Guardia Urbana ha presentado 135.000 denuncias, lo que representa un aumento del 14% en relación al período 2007-2010, y ha recibido un 18% menos de llamadas de los ciudadanos denunciando esta práctica.
El intendente y portavoz de la Guardia Urbana, Carles Reyner, ha explicado que no pueden «bajar la guardia» pese a haber notado una disminución de la presencia de »manteros» en Catalunya gracias a la presencia policial, que paralelamente persigue a los almacenes que suministran a los vendedores ambulantes.
En 2013, a diferencia los años anteriores, cuando los dípticos se repartieron en varios municipios catalanes, la campaña se centra solo en la capital catalana, donde, durante este viernes y sábado se repartirán los folletos, editados en siete idiomas, en cuatro de los puntos más turísticos: Sagrada Familia, plaza Catalunya, parque Güell y Port Vell.