El cardenal ha difundido este viernes un comunicado a raíz de las reacciones a las declaraciones que realizó esta semana en el desayuno informativo »Fórum Europa.Tribuna Mediterránea» en las que se preguntaba si la «invasión de emigrantes y de refugiados es todo trigo limpio».
Al respecto, el cardenal señala: «Lo primero que hago, con toda sinceridad y de buen grado, es pedir perdón a los refugiados, perseguidos y emigrantes venidos a España en los últimos meses, –para mí muy queridos todos, sean de la condición que sean y vengan de donde vengan y como vengan–, si tales declaraciones les han podido producir algún daño por la opinión pública que se ha intentado crear».
«Saben ellos –prosigue– que no es esa mi posición y que siempre han tenido y tendrán en mí a un hermano que los acoge y defiende, que comparte su tragedia, y que no voy a disminuir para nada ni mi ayuda personal, ni la ayuda institucional de la diócesis».
El religioso pido perdón, «igualmente, a los diocesanos de Valencia, a los católicos de esta Iglesia», por los posibles daños morales ante las críticas que estos días a propósito de este asunto se han hecho a la Iglesia o a su persona.
El cardenal desmiente las interpretaciones de sus palabras y esgrime como prueba sus «escritos, recientes y de tiempos atrás», donde se expresa, dice, «con toda precisión sobre cómo se sitúa ante el drama de los refugiados, de los perseguidos y de los inmigrantes».
«Léanse y saquen conclusiones. Y, sobre todo, confirman este desmentido mis obras, las que directamente he llevado a cabo por mí mismo, en este sentido, a favor de los pobres y de combatir la pobreza, y las que he realizado a través de instituciones que he promovido tanto en mi actual diócesis de Valencia», agrega.
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