En declaraciones a Europa Press, el candidato ha criticado así la investigación abierta por la Subdelegación de Gobierno a la que ha acusado de «traicionar a la patria» y ser «desleal», toda vez que ha apuntado que hace unos seis meses mantuvo conversaciones con la institución, a la que trasladó un proyecto para «erradicar el chabolismo» consistente en el uso de construcciones adaptadas donde poder mantener «supervisados» a sus huéspedes.
De esta manera, ha negado también que las personas que residen en estos habitáculos sean «irregulares», puesto que «tienen sus papeles en regla», al tiempo que ha rechazado también que el terreno en el que se asienta sea de su propiedad, dado que esa cuestión está inmersa «en un litigio». No obstante, sí ha reconocido que «en algún momento» ha sido el propietario de la parcela.
Así, el aspirante a la Alcaldía de Níjar ha insistido en que su única labor en este asunto es la de «dar agua» para el aseo de los residentes, quienes le son conocidos ya que algunos trabajan con vecinos cercanos. «Me deberían dar un premio», ha considerado incluso Martínez, quien ha defendido que su único propósito es poder facilitar «algo mejor que una chabola» a las personas sin recursos.
Con esto, además de dejar claro que los racistas le «fastidian y repugnan», ha criticado el resultado del informe policial con el que algunos solo tratan de arrancar «un puñado de votos» en detrimento de su candidatura, si bien cree que esto no va a suponer un impedimento para menoscabar su figura ante estas elecciones.
La investigación auspiciada por la Subdelegación revela las «condiciones de insalubridad que no son dignas para un ser humano» y «peligrosas» en las que se encuentran los habitantes de la nave, previo supuesto pago de 30 euros mensuales, tras varias «denuncias», por lo que se insta la intervención de Servicios Sociales y la Policía Nacional.