Wert ha señalado al diputado catalán Martí Barberá, durante la Sesión de control al Ejecutivo, que esta afirmación no es del Gobierno sino del Tribunal Constitucional (TC), el Supremo (TS) y el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), que han coincidido en varias sentencias judiciales en alertar de que existe una situación de «discriminación» de alumnos en esta comunidad autónoma por darles una atención individualizada, en lugar de ofrecerles el castellano como lengua vehicular.
El portavoz de Educación de CiU en el Congreso, Martí Barberà, ha asegurado que el castellano «goza de mejor salud que el catalán» y ha pedido explicaciones del recurso del Gobierno ante el TSJC para reabrir el proceso de matriculación en Catalunya y en el que acusa a la Generalitat de inacción y omisión.
Según Barberá, se trata de una coartada para dividir a la sociedad catalana, y ha acusado al Ejecutivo de «despreciar» el catalán y de «perseguir de manera enfermiza» el modelo de inmersión lingüística, que, a su juicio, cohesiona.
«Se le acaba el tiempo: ni su reforma va a ser aplicada (Lomce) ni nuestro modelo de inmersión lingüística va a desaparecer», ha advertido este diputado al ministro.
Wert ha vuelto a explicar que las razones reales que ha llevado al Gobierno a presentar su recurso ante el TSJC son las mismas que han llevado al Tribunal Supremo a «dictaminar la inactividad y la omisión de los deberes de la Generalitat».
Según el titular de Educación, el TS cree necesario convalidar el auto del TSJC, ordenando que una asignatura de carácter troncal, además del castellano, se impartiera en castellano, «para dar cumplimiento a lo que la doctrina constitucional».
El ministro ha asegurado que el hecho de que el catalán sea lengua vehicular fundamental de la enseñanza, «cosa a la que ninguna ley del Estado jamás se ha opuesto», tiene que hacerse «compatible» con la no exclusión del castellano como lengua vehicular en una proporción razonable, y que el TSJC determinó en el 25 por ciento de las asignaturas.