Con este objetivo, diferentes centros, colegios mayores y residencias universitarias de la institución académica cuentan con unos contenedores destinados a la recogida de gafas usadas para «darles una segunda vida a través de su reparto entre niños en países en vías de desarrollo».
Según ha informado la USAL, los miembros de la comunidad universitaria podrán depositar las gafas que ya no utilicen en estos contenedores, que se mantendrán a lo largo del curso hasta que se llenen.
En esta línea, la Fundación Barraquer ha hecho hincapié en la importancia de la recogida de gafas de sol, que resultan «fundamentales» para las personas que han sido operadas de cataratas.