En rueda de prensa este sábado, ha explicado que la película habla de la interconexión de las personas en una sociedad con trazas futuristas y fantásticas, con grandes máquinas, pero inspirada en la actualidad, donde muchas personas se sienten solas e insatisfechas.
El protagonista, Cohen, trabaja en una gran empresa, se pasa la vida esperando una misteriosa llamada y, mientras, siente «impotencia y fracaso», dos grandes temas que también aborda este filme cuando el personaje trata de enfrentarse a su corporación.
«Es un ser dolido, como todos lo estamos de alguna forma», ha dicho el cineasta, que ha añadido que muchas personas hacen su trabajo a diario sin saber realmente qué sentido tiene, como Cohen, que también es incapaz de traspasar al mundo real su incipiente relación amorosa.
UN MUNDO SEDUCTOR
El cineasta confiesa ser una víctima más del mundo interconectado, vulnerable a las distracciones de un mundo ‘on line’ demasiado seductor y atractivo, lleno de redes sociales: «No basta con mandar tweets diciendo ‘Estoy aquí’. Hay que ir más allá», ha dicho Gilliam, que ha instado más a la lectura.
Gilliam ha dicho que las crisis sociales también se abordan actualmente de esta forma, y que, de hecho, la ‘Primavera árabe’ es producto de la interconexión personal, aunque ha lamentado que crisis como la griega y la española lleguen hasta el punto de que la gente tenga que salir a manifestarse.
«Me preocupan las comparaciones con mis anteriores películas», ha dicho el también director de ‘Monty Python’ y ’12 monos’, que se esfuerza mucho en que cada uno de sus películas se diferencie claramente de los anteriores, aunque ha avisado de que en sus próximas producciones desea mantener el caos como espejo de este mundo.