El espectáculo, cuyas entradas ya están a la venta, incluye fragmentos cantados de las óperas »El Trovador», »La Traviata», »Rigoletto», »Otello», »Nabucco», »Aida», »La fuerza del destino», »Don Carlo», »Rigoletto», »Tristán e Isolda», »Tannhäuser», »Sigfrido», »Lohengrin», »Walquiria», o »Parsifal», entre otros; estará en cartel en la Sala Verde desde el 18 de abril hasta el 12 de mayo.
El montaje contará con las sopranos María Rey-Joly y Elvia Sánchez, los tenores José Manuel Zapata y Antoni Comas y el barítono Luis Álvarez. Al piano Borja Mariño y como camarero Jesús Agelet.
»El pimiento Verdi» es una taberna restaurante en la que su propietario, gran aficionado a la zarzuela y las óperas de Verdi, organiza una cena homenaje para celebrar el 200º aniversario del nacimiento del gran compositor italiano. Con el fin de amenizar la velada, mediante fragmentos de sus óperas han sido invitados a la cena una soprano y un tenor que son también asiduos clientes del local.
Esta intención se frustra una vez iniciado el homenaje lírico, pues otros cantantes presentes en el restaurante muestran explícitamente su desagrado ante la música de Verdi. Los disidentes wagnerianos reclaman homenajear también al compositor alemán cuyo aniversario coincide precisamente con el de Verdi. Con lo cual, reivindican a Wagner como un genio más profundo y menos pachanguero que el italiano.
A partir de aquí, se inicia un rifirrafe musical entre los dos bandos aprovechando fragmentos operísticos de ambos compositores. Los dúos, arias o coros, se lanzan como crítica, burla y escarnio hacia el rival.
Tanto Giuseppe Verdi como Richard Wagner nacieron en 1813; en el Ducado de Parma (Francia) y Leipzig (Alemania) respectivamente. Son los máximos exponentes de la lírica del romanticismo, que incluyen títulos como »Rigoletto», »La Traviata» o »Il Trovatore» (Verdi); y »El holandés errante» o »El anillo del nibelungo» (Wagner).
Para Albert Boadella, Verdi y Wagner suponen «dos formas musicales y dramáticas en las antípodas. Dos nociones del arte y del mundo con una significativa influencia en su tiempo pero también en generaciones posteriores, algunas de las cuales utilizaron sus partituras en función de intereses políticos diversos». «Dos figuras que merecen, sin duda, un homenaje como el que »El pimiento Verdi» les ofrece», ha concluido.