La Coordinadora Andaluza de ONG de Desarrollo (Caongd) cuenta desde la semana pasada con un nuevo presidente. Se trata de José María Ruibérriz de Torres López, delegado en Andalucía de la ONGD Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP), que sucede en el cargo a José María Castells (Intermón Oxfam).
Ruibérriz de Torres cuenta con una trayectoria en el sector de la cooperación internacional de más de 12 años, y ha desempeñado diferentes puestos en su organización, fundamentalmente en Andalucía y en Oriente Medio. Anteriormente también ocupó los cargos de vicepresidente y tesorero de la Caongd.
Además de la presidencia, la directiva de la Caongd también incorporó nuevas integrantes para las vocalías de acción humanitaria (Amparo Pernichi, de Paz con Dignidad), comunicación (Lourdes Rodríguez, de la Federación de ONGD de Sevilla) y género (María José Justo, de Ingeniería Sin Fronteras).
Entre los retos más importantes a los que se enfrenta la Coordinadora Andaluza de ONGD en este momento es la revalorización social de la cooperación internacional.
Para ello, la Caongd apuesta por reivindicar lo que está en la esencia del movimiento de ONGD: la participación de la sociedad civil del Norte en el apoyo a la sociedad civil de los países del Sur como expresión de solidaridad de una ciudadanía que siempre rechazó el discurso falaz y demagógico que pretende enfrentar a «pobres contra pobres».
Frente a estos discursos centralistas y centralizadores, que tratan de usurpar a las ONGD ese rol fundamental de ciudadanía crítica –desde supuestas consideraciones de eficiencia y eficacia– para después desmantelar una política pública con más de 30 años de existencia, devolviendo los porcentajes de ayuda al desarrollo a niveles de 1981, las ONGD andaluzas continuarán «profundizando en la búsqueda de alianzas con la sociedad e instituciones andaluzas, en la defensa de un modelo de cooperación al desarrollo más social, rico y diverso, capaz de rebelarse contra este mundo cada día más injusto».
Además, «buscarán el respaldo de nuestras instituciones, y su compromiso inequívoco y efectivo por el fortalecimiento de la sociedad civil del Norte y del Sur, reivindicando la cooperación al desarrollo en la calle, como parte de la defensa conjunta de aquellas políticas públicas que salvaguardan el bienestar de los ciudadanos, que son, como la cooperación al desarrollo, instrumentos para la construcción de un mundo más justo e igualitario».