Estaba claro que lo de Sosa Wagner no se iba a quedar así. Y entre aquello y el no pacto con Ciudadanos, parece que el descontento se ha instalado en las filas de UPyD. Instalado y materializado pues este grupo se ha unido en torno al eurodiputado Enrique Calvet. Y lo que inicialmente integraban cinco personas, cuenta ya con el aval de un centenar de afiliados, entre los que hay concejales, responsables locales y cargos medios a nivel autonómico. Aún no son representativos si contamos con que el partido tiene más de 6.000 afiliados, pero poco a poco la contestación a Rosa Díez va creciendo. Este grupo, se autodenomina Cex porque su principal reivindicación es la convocatoria «inmediata» de un congreso extraordinario que permita redefinir la estrategia del partido de cara a las próximas elecciones municipales, autonómicas y generales. Pero mientras tanto han pasado a la acción.
Su último gesto ha sido remitir una carta -la tercera desde el mes de octubre- al Consejo de Dirección para denunciar el «lamentable efecto desilusionador y fomentador de abandonos» que está padeciendo el partido por culpa de la dirección del partido. Recordemos que cerca de un diez por ciento de sus afiliados se ha dado de baja y se pasaron a Ciudadanos, tras el enfrentamiento entre la presidenta del partido, Rosa Díez, y el entonces eurodiputado Francisco Sosa Wagner. En la carta, los firmantes denuncian la «triste desaparición de facto» de la Oficina de Buenas Prácticas Públicas del partido tras el cese de Enrique Calvet como su responsable. También criticaban la «tardanza» en pronunciarse sobre el expediente informativo abierto a los diputados Irene Lozano y Carlos Martínez Gorriarán tras la queja de un afiliado por sus críticas a Sosa Wagner. Pero claro, uno y otra son del núcleo duro de Rosa Díez, de aquella ‘banda de los cuatro’ que ya parece de los cinco con la incorporación de Irene Lozano.
Y encima, según contaba ayer el diario ABC, la Dirección del partido, en la reunión que tuvieron la semana pasada, nombró a tres afiliados para dirigir la Oficina de Buenas Prácticas; afiliados que, tras la apertura del citado expediente informativo, remitieron unas recomendaciones tales al Consejo de Dirección, que resolvió archivar el asunto sin adoptar ninguna medida sancionadora. Vamos, que si los afiliados no son de la banda de los cinco serán de la banda de los diez. Conclusión: que informaron a los afectados -Sosa Wagner, Irene Lozano y Carlos Martínez Gorriarán- de la decisión y hoy paz y mañana gloria: si te he visto no me acuerdo. Una pena que un partido que surgió con fuerza y con destellos de lucidez, se esté consumiendo en una pelea de barrio, pero de barrio, barrio, que las urnas van a castigar. Todos a tortas y mientras tanto Podemos Estar Peor aplaudiendo al Papa Francisco. Como sigan así las cosas, se zampan hasta los votos del PP. Bueno, en todo no le han aplaudido porque -dicen- lo del aborto no ha gustado a sus compañeras. En eso también se parecen al PP.