Entre las cuestiones que proponía someter a debate Izquierda-Ezkerra se encontraba la regulación de instrumentos de consulta popular o referéndum, así como la regulación de la elaboración participativa de los Presupuestos Generales de Navarra y de los presupuestos municipales, además de la optimización de los mecanismos de participación a través de las Iniciativas Legislativas Populares.
Todo ello con la pretensión de «garantizar la transparencia», asegurar una información «libre y objetiva», extremar los «mecanismos de control» y, en definitiva, «ganar en «eficacia social» acercando las decisiones «todo lo posible a quienes las van a soportar».