En declaraciones a los periodistas tras votar en la sede de ERC del Eixample, ha evitado revelar la dirección de su voto, pero ha reiterado la importancia de que el futuro alcaldable «esté al 100% a disposición de la ciudad».
Amorós ha anunciado que, si es el ganador, dejará su escaño en el Parlament el 31 de julio, mientras que Bosch ha dicho que, si gana, mantendrá el acta en el Congreso hasta las puertas del verano, para cumplir el mandato que asumió con los ciudadanos –la legislatura en las Cortes finaliza en otoño–.
Portabella ha valorado positivamente que el nuevo candidato se elija mediante unas primarias, y ha pedido una «amplia votación que legitime el proceso».
Ha reiterado que se pondrá a disposición del candidato ganador independientemente de quien sea, y ha emplazado al futuro alcaldable a que busque «complicidades desde el primer momento», ya que augura que el próximo mandato será de gobernabilidad compleja, según sus palabras.