Según ha informado la Jefatura del Cuerpo este lunes en una nota de prensa, la intervención tuvo lugar el viernes, cuando agentes adscritos a la recién creada Unidad de Proximidad y Atención al Ciudadano (UPAC) visitaron un inmueble en el que se había denunciado de una obra ilegal al lado de cual hallaron otra en plena ejecución.
En el lugar localizaron a cuatro ciudadanos marroquíes sin autorización para trabajar en territorio español, dos de los cuales emprendieron de inmediato la huida. Los agentes alertaron a la Inspección de Trabajo e intentaron localizar a los huidos.
En ese momento, cuando uno de ellos «salía de una especie de cuartillo», se percataron de la presencia de los 12 congeladores industriales, de cuya existencia dieron parte a los inspectores de Sanidad y Consumo de la Administración local «porque dicha actividad estaba realizándose al margen de los estipulado en la legislación vigente».
Una vez levantada acta de lo acontecido, el pescado y el marisco fue trasladado a la Planta de Tratamiento de Residuos de la ciudad autónoma para su destrucción «por incumplir lo estipulado en la normativa sanitaria y constituir un daño posterior a la Salud Pública».
La Policía Local también ha identificado al ciudadano que, sin documentación alguna que le acreditara como empresario dedicado al sector, se identificó «como propietario de la mercancía y posible autor de una de las dos obras ilegales detectadas».
Según la Policía Local, «ni el local donde tenía la mercancía ni los congeladores, así como los envases, se ajustaban a lo dispuesto en la normativa sanitaria para llevar a cabo esta actividad».