El edil donostiarra de Movilidad, Jon Albizu, ha valorado «positivamente el consenso obtenido que ha permitido la aprobación de una reforma integral de la ordenanza».
Tras recordar que la anterior databa de 1997 y estaba «caduca», ha explicado que para el Ejecutivo local era necesario «redactar una nueva ordenanza y no limitarnos a realizar cambios puntuales».
«Se trataba de establecer una estructura jurídica mucho mas sencilla que permitiera ser un instrumento ágil para la ciudadanía», ha señalado.
En este sentido, ha asegurado que «el nuevo documento simplificará al máximo los trámites para la obtención de la viñeta de residentes, ha permitido la unificación de sectores, lo que supondrá que los residentes puedan contar con zonas más amplias de aparcamiento».
Asimismo, ha destacado que en los polígonos industriales no se implantará la OTA, concretamente en Miramón, Igara y Zuatzu, medida que entrará en vigor el los próximos días. En el campus universitario, por su parte, se podrán adherir a la tarifa para vehículos de alta ocupación los coches con dos ocupantes.
La nueva ordenanza regula además zonas donde se generaba un efecto borde, es el caso del Antiguo y Amara. En el primer caso la zona se extenderá a las calles Aizkorri, Portuene, Urnieta y el paseo Arriola, y en el segundo hasta Morlans.
En este ámbito se puede situar la creación de un nuevo sector en el barrio de Riberas de Loiola. Con la implantación del servicio en esta zona se espera reducir la presión existente sobre la dotación de aparcamiento y dar servicio a la demanda de aparcamiento de media duración.
Los vehículos industriales, por su parte, podrán aparcar en zonas de residentes, lo que beneficiará la labor que realiza el colectivo de autónomos.