La Fiscalía solicita 12 años de prisión para un hombre acusado de desfigurar la cara de su expareja a través de dos sicarios contratados, para quienes solicita la misma pena.
En agosto de 2007, el procesado Manuel V. empezó a tejer un plan con la ayuda de una empresa de detectives privados, quienes se encargaron de tener localizada en todo momento a la mujer, que lo había abandonado en mayo tras 14 años de relación con interrupciones.
Según la calificación fiscal, ya en 2003 –la primera vez que le dejó– el acusado la amenazó con destrozarle el rostro en varias cartas anónimas: «No dudes de que ese momento llegará cuando estés sola. Como verás en el espacio de uno o dos año tendrás un accidente en que quedarás completamente desfigurada».
Tardó cuatro años en ejecutar su objetivo por el que, en noviembre de 2007, contrató a dos hombres con antecedentes penales, Rubén S. y José R.
Aprovechando que la mujer salía de trabajar, se aproximaron a la víctima con una moto robada mientras ésta estaba agachada buscando las llaves para entrar en su casa y, con el casco puesto, uno de ellos le cortó la mejilla izquierda, hiriéndole de la boca a la oreja.
Tras escapar y para comprobar la realización de su misión, los dos sujetos volvieron a pasar por la misma calle aminorando la marcha y observaron el corte de 10 centímetros en la cara de la víctima, una cicatriz de «perjuicio estético importante», según describe el texto del fiscal.
Tres horas antes de la agresión, el acusado principal y diseñador de la operación, salía de un hospital de Barcelona, donde había sido ingresado para que le practicaran un »lifting» facial.
Manuel V., que tras un año de prisión disfruta de libertad provisional, ha sido juzgado en otras dos ocasiones por delitos de amenazas, coacciones, estafa y injurias, mientras que de los dos sicarios, sólo Rubén S. cumple prisión desde su detención en noviembre de 2008.
Por estos hechos, el fiscal ha acusado a los tres procesados de un delito de lesiones agravadas con distintas circunstancias modificativas: la de parentesco para Manuel V., reincidencia y precio para José R., y disfraz y precio para Rubén S.
Además, ninguno de los tres podrá acercarse a más de 1.000 metros de la agredida ni comunicarse con ella, y tendrán que indemnizarla conjuntamente en 450 euros por las lesiones causadas y en 160.000 por las secuelas ya que desde entonces sufre estrés postraumático y depresión.
El juicio oral tendrá lugar a partir de este martes a las 11 horas en la sección 20 de la Audiencia de Barcelona.