El portavoz de Sanidad del grupo parlamentario del PSOE, José Martínez Olmos, ha asegurado que su grupo «no considera admisible» que a día de hoy «ni las comunidades autónomas ni los partidos que estamos en la oposición sepamos realmente el coste de las nuevas terapias contra la hepatitis C».
Así, ha criticado la «gran opacidad» de la gestión por parte del Gobierno de Mariano Rajoy y ha señalado que «no está claro que finalmente se pueda conseguir el objetivo del techo de gasto que plantea» el Ejecutivo.
En declaraciones a la prensa después de intervenir en una mesa redonda en la »Jornada de modelos innovadores de acceso a medicamentos», que se clausura este jueves en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha asegurado que al PSOE le ha «preocupado» la actuación del Gobierno ante la crisis de la hepatitis C.
Sobre este mismo tema, la portavoz de Sanidad de CiU, Conxita Tarruella, ha sostenido que la solución del Gobierno dando un anticipo a las comunidades, que tendrán que «devolverlo con intereses», va a provocar que «van a quedarse con déficit y con problemas para seguir comprando» otros medicamentos. Por ello, ha abogado por hablar «con seriedad» de este problema.
COPAGO FARMACÉUTICO
Preguntado acerca del copago farmacéutico, Martínez Olmos ha denunciado la «difícil situación que está pasando la sanidad pública española» porque, en su opinión, durante la presente legislatura «se han incrementado las dificultades de acceso a medicamentos, se han incrementado las listas de espera y hay grandes desigualdades entre comunidades autónomas».
Al mismo tiempo, ha opinado que, debido a la proximidad de las elecciones generales, hay que revisar una serie de elementos que «han provocado una situación desagradable y negativa para la sanidad pública», como los copagos farmacéuticos.
Igualmente, ha asegurado que el PSOE, si llega al Gobierno, «revisará la situación para que los pensionistas no tengan la barrera de acceso» que, en su opinión, supone el copago. «Hay que incorporar criterios de necesidad», ha sostenido.
En este sentido, ha explicado que el PSOE trabajará en el Gobierno para que los pacientes que tengan determinadas enfermedades crónicas «también vean aliviada su aportación en el copago».
Mientras, Tarruella se muestra a favor de que los enfermos crónicos tengan «un tope mensual, como los pensionistas», y ha denunciado que existe una «infrafinanciación» de la sanidad en nuestro país «desde el principio de las transferencias» de competencias a las comunidades autónomas.
Asimismo, la portavoz de CiU ha defendido que las comunidades autónomas «deben recibir una compensación» por pagar las innovaciones «para que puedan llegar a todos por igual». Si esto no sucede, ha alertado de que «las comunidades más ricas que los puedan financiar, los darán más rápido (los nuevos servicios) y las que no lo puedan financiar se retrasarán porque no podrán pagar». «Si a esas comunidades les vas añadiendo cosas nuevas y no les ayudas con dinero para financiar, se producen desigualdades».
PP: LA REFORMA FUE «EQUITATIVA Y PROGRESIVA»
Por su parte, la portavoz de Sanidad del grupo parlamentario »popular», Teresa Angulo, ha defendido la reforma sanitaria del Ejecutivo, incluido el copago farmacéutico, porque «era imprescindible para garantizar la sostenibilidad» del Sistema Nacional de Salud (SNS).
De esta manera, ha asegurado que la reforma se hizo de una manera «equitativa y progresiva» de forma que los ciudadanos «paguen en función de la renta y no de la edad» porque para el Gobierno era el modelo «más justo y el que está contribuyendo a generar unos ahorros farmacéuticos que no solo liberan recursos para la incorporación de nuevos servicios a la cartera, sino que también contribuyen a hacer un uso racional del medicamento».
En este sentido, ha señalado que antes se hacía un «abuso» de los medicamentos porque se compraba «lo que a lo mejor la persona no necesitaba». «Todos sabemos el acopio de medicamentos que se hacía en casa», ha dicho.
«Cuando hay que destinar un dinero a un medicamento que, encima, no se va a utilizar, se le está quitando recursos al sistema para incorporar medicamentos que le puede hacer falta a otras personas. Por lo tanto, ese fue el sentido de la reforma que hizo el PP», ha enfatizado Angulo.
Sobre el copago, ha puesto de relieve que «no parece muy justo que una persona, por el mero hecho de ser jubilado, es decir, por una condición laboral, pero que tenga grandes ingresos, no pagara ningún medicamento, y que un padre de familia sin ningún ingreso tuviera que pagar el 40% de los medicamentos, que es lo que se pagaba en España», ha dicho.
PNV: «HA SIDO UN FRACASO»
El portavoz del grupo parlamentario del PNV, Joseba Agirretxea, ha apuntado que los nacionalistas vascos se «niegan desde el principio a aceptar lo que decía que tenía de positivo del Real Decreto 16/2012» y creen que «ni ha mejorado nada ni ha mostrado ningún aliciente ni beneficio» en la economía española.
«Ha sido un fracaso en el sentido de que no ha logrado los objetivos económicos a raíz de una injusticia, que es dejar a gente sin atención sanitaria y plantear copagos, que no puede ser una cuestión económica, sino de derechos. Pagamos nuestros impuestos y el que más tiene, paga más y el que menos tiene, paga menos, y de ahí se pagan unos servicios. Y el sistema sanitario es uno de esos servicios», ha relatado.
De esta manera, ha defendido que la sanidad debe ser «un servicio público, universal y gratuito, independientemente de lo que gane cada uno» porque «las ganancias de cada uno se registran de otra manera, que es en la parte tributaria».