«Ha habido poco debate sobre las nocivas consecuencias de un proyecto de este tipo y las repercusiones que podría tener en un modelo de ciudad equilibrado socialmente que no tiene nada que ver con convertirla en casino», ha sostenido este martes al justificar, en rueda de prensa, la proposición que presentará su grupo.
Martí, que se estrenará en el pleno como líder municipal del PSC en sustitución de Jordi Hereu, considera que esta iniciativa marca dos modelos diferentes de pensar la reactivación económica de Barcelona, y le sorprende que no haya habido una reacción institucional contundente contraria a su despliegue.
«Sus dimensiones son de un alcance que no sólo afecta a lo que pase dentro del macrocasino, sino que tienen un impacto territorial: puede expulsar otro tipo de turismo que nos puede interesar», ha argumentado, y ha recordado que también puede provocar la proliferación de actividades ilícitas.
Ha rechazado de plano los «inaceptables» términos laborales en los que se pretende desarrollar el proyecto, y ha confiado en que ninguna fuerza política esté dispuesta a aceptar la concesión de leyes especiales en términos de tabaco e impuestos, como se estaría planteando en este caso.
CONTROL SOBRE TERRAZAS
En el pleno, el PSC también pedirá con un ruego al gobierno que tome medidas de control sobre las terrazas con estructuras al estilo de carpas que han proliferado por la ley antitabaco, y que han crecido sobre una «arquitectura efímera invasora del espacio público que va colonizando bajo un nivel de permisividad excesivo».
También preguntarán al alcalde, Xavier Trias (CiU), sobre las características de la agencia local Barcelona Activa a escala metropolitana y su calendario de aplicación, medida que el primer anunció en el marco de la conferencia anual que organiza el Colegio de Periodistas.