A preguntas de los periodistas en Sevilla, Montero ha negado «rotundamente» tal circunstancia y ha explicado que los centros sanitarios están acostumbrados a un nivel de stockaje «con reposición inmediata», en el que «no se acumulan tantos envases de un mismo medicamento», si bien «lo que se garantiza es que en el momento de necesitarlo se repone».
«Esto viene de una cultura, la del establecimiento de los stockaje mínimos, que se lleva implementando en los últimos años y en donde la enfermería responsable de los suministros articula cuales son las unidades mínimas necesarias para el funcionamiento de un servicio», ha explicado Montero, quien, sea como fuere «ha negado que se suspendan intervenciones quirúrgicas por falta de material fungible».
Sí ha admitido que «puede que en algún momento» se haya suspendido una intervención, «porque el cirujano no tenía previsto que necesitara algo muy concreto que habitualmente no esta en el stockaje», aunque ha insistido en que ninguna operación se ha suspendido «porque no haya habido gasas o pañales como se dice en algunas informaciones».
«Creo que esas informaciones responde a que algunos se empeñan en reflejar una idea de desprestigio del sistema público, en la línea de que lo publico no funciona y que hay que privatizarlo», ha avisado Montero, quien también se ha referido a otras informaciones en las que «sólo se habla de falta de camas hospitalarias, cuando es un indicador obsoleto».