A raíz del cierre cautelar de la fortaleza, en mayo de 2011, debido al desprendimiento de cascotes de las fachadas de la capilla de San Nicolás, el equipo de gobierno municipal ha venido realizando «continuas gestiones» en los Ministerios de Cultura y Hacienda para conseguir fondos destinados a las restauraciones y reparaciones más urgentes.
La alcaldesa, Rosa María Lanau, ha explicado que ha mantenido de manera periódica conversaciones con el Instituto del Patrimonio a lo largo de los últimos meses. «Finalmente, la insistencia se ha visto recompensada. Los técnicos del Ministerio visitaron el castillo un par de veces este verano, hablaron con los de nuestro departamento de Urbanismo y tomaron nota de las obras más necesarias. Creo que ha habido sensibilidad. Estoy satisfecha», ha subrayado.
Además de la impresión que se llevaron los técnicos ministeriales, el Ayuntamiento remitió al Instituto una memoria de las obras que, en su opinión, urge acometer. La Administración central quiere actuar de inmediato y el Consistorio espera el listado de actuaciones aprobado por Madrid.
El concejal de Urbanismo, Raúl Castanera, ha estimado que los trabajos que señale el Instituto de Patrimonio como prioritarios no diferirán mucho de los propuestos por Monzón. «Se trata de una inversión importante que va a frenar el progresivo deterioro del castillo», ha señalado.