La finalidad de esta jornada, según ha indicado el presidente del Colegio de Médicos de Cáceres, Carlos R. Arjona, es «mejorar la formación de los profesionales sanitarios sobre los efectos de los tratamientos farmacológicos en la capacidad de conducción».
Cerca del 30 por ciento de los conductores está en tratamiento con algún fármaco y entre un 25 y un 30 por ciento de la población se automedica, lo que puede suponer un factor de riesgo añadido para la seguridad vial, informa en nota de prensa el Colegio de Médicos de Cáceres.
Asimismo, la Dirección de Tráfico trabaja para «concienciar al paciente del peligro que puede conllevar conducir bajo la influencia de este tipo de medicación y de lo importante que es que los médicos y farmacéuticos informen de sus efectos», ha añadido la jefa provincial de Tráfico de Cáceres, Cristina Redondo.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Tráfico, Fernando Pérez Torralba, ha incidido en la «necesidad» de poner en marcha en España el Proyecto Druid «donde se establecen cuatro categorías de medicamentos y se propone la utilización de tres niveles en el pictograma dependiendo del peligro que suponga el medicamento para la conducción».
Asimismo, ha añadido que entre los medicamentos que más implicación pueden tener en la seguridad vial se encuentran las sustancias psicoactivas como las benzodiacepinas, los medicamentos hipnóticos y los opiáceos, y también otro tipo de medicamentos como los antihipertensivos, los antidepresivos y los antihistamínicos.