Sus obras se caracterizan por ser esculturas «perfectas», en las que el volumen se encuentra «lleno de sutileza, inocencia y ternura», como lo demuestran sus niños, jóvenes, madres, enamorados, sus abrazos y caricias.
Asimismo, son esculturas que reflejan un «perfecto conocimiento de la anatomía humana», sobre todo de la femenina, todas «rebosan humanidad y gran realismo».
Manuela Rivero Crespo nace en Salamanca y posteriormente reside en Barcelona donde estudia dibujo en la Escuela Industrial, escultura en la Escuela Massana y perfecciona su técnica de modelado y escultura en la Escuela de Artes Aplicadas »La Llotja».
Su «inquietud y deseo de aprender» le llevan a realizar estudios de anatomía, dibujo y modelado en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, de anatomía forense en la Facultad de Medicina de Bellaterra e incluso de movimiento y estética en el Instituto del Teatro de la ciudad condal.
Todo ello le ha permitido, entre otras cosas, ejercer la docencia en el Colegio Oficial de Doctores y Licenciados de Cataluña, además de impartir cursos y ser miembro del Consejo Interno de Sant Lluc, uno de los círculos artísticos «más prestigiosos» de Europa, según ha informado el Museo »González Santana» en nota de prensa.