El edil ha arremetido en un comunicado contra la «idea genial» de Botella, una propuesta que «demuestra su absoluta incomprensión de lo que son los servicios públicos en el Estado del Bienestar y el papel de los voluntarios».
«Querer solucionar los problemas económicos del Ayuntamiento de Madrid, provocados por la enorme deuda de la que la señora Botella es corresponsable, sustituyendo empleados asalariados por voluntarios en los servicios públicos es insostenible desde cualquier punto de vista, excepto si se los considera accesorios, degradables o alejados de los estrictos derechos de ciudadanía», ha apuntado Lissavetzky.
Todo ello tras matizar que «una cosa es el compromiso solidario de los ciudadanos voluntarios y otra muy distinta es asegurar el funcionamiento de los servicios públicos con empleados profesionales, algo totalmente insustituible». Los socialistas han exigido a la alcaldesa que rectifique.