García Vicente les ha animado a ellos, a sus padres y a los profesores implicados en este proyecto, a interiorizar todo lo aprendido y a seguir reflexionando sobre cómo deben ser las relaciones para que quienes las vivan, las disfruten, han informado desde la Institución del Justiciazgo.
Para eso, les ha aconsejado ser generosos con el prójimo, «repartir felicidad, sin esperar contraprestación alguna, disfrutar de la libertad y huir de las personas que sólo saben causar problemas».
Tras estas palabras, los alumnos han leído un contrato en el que figuran diez compromisos relacionados con los buenos tratos y el Justicia de Aragón ha ejercido de fedatario público en el momento de la firma simbólica del mismo. Le han acompañado, el presidente de la Comarca de la Hoya de Huesca, Fernando Lafuente, responsables del proyecto y de los centros educativos en los que se ha llevado a cabo.
El proyecto comenzó en el pasado mes de enero con el objetivo general de dar a los adolescentes los instrumentos necesarios para identificar las conductas violentas, fomentando relaciones de buen trato entre ellos, han indicado las mismas fuentes.
Entre los objetivos específicos, se encuentran el de favorecer la reflexión sobre las relaciones saludables, poner nombre a las actitudes agresivas, identificar los problemas y aprender a gestionarlos.