El 11 de febrero, Ono rechazó la primera oferta de Vodafone por 7.000 millones de euros. La consideraba insuficiente, demasiado baja para una transacción que proporcionaría al grupo británico una posición muy relevante en el negocio de las telecomunicaciones español. Poco menos de un mes después, el grupo español de cable se prepara para recibir una segunda proposición, antes de que el 13 de marzo someta a la junta de accionistas la aprobación de su salida a bolsa.
En segundo plano, ese tercero en discordia que es Jazztel no ha dejado de subir en bolsa. Los 9,35 euros a los que cotizaba el 11 de febrero son ahora 9,95, cifra que supone que sólo este año el valor ha subido un 28% y que la ganancia en los doce últimos meses alcanza ya el 69%. Unas cifras que en condiciones normales sería disuasorias para los »hedge funds», que estarían apostando por la caída de la cotización del grupo que preside Leopoldo Fernández Pujals.
Nada más lejos de la realidad. Los títulos prestados de Jazztel apenas se han movido -desde los 22,7 hasta los 23,5 millones de acciones- desde la primera oferta de Vodafone. ¿Qué está descontando el mercado? Que finalmente sí habrá mejora de la oferta de la británica con ONO y que Jazztel será la siguiente en entrar en el baile corporativo. En las alturas en bolsa, los fondos especulativos creen que aún hay mucha tajada que sacar en la compañía española.
Los informes diarios de los grandes bancos internacionales que cubren el mercado español hablan día tras día de Jazztel. Y casi todos lo hacen en la misma dirección. El último ha sido UBS. La entidad suiza, una de las entidades globales seleccionadas por ONO para su salida a bolsa, es una de las que más está calentado en valor. Cree que la decisión de la francesa Orange de reducir su dividendo un 25% está orientada a facilitar al asalto a Jazztel, la otra pieza susceptible de cambiar en mapa del poder de las telecos en España.
La guerra de las valoraciones está en marcha y los inversores quieren sacar tajada. Analistas como los de Berenberg creen que Orange podría pagar hasta 12 euros por cada acción de Jazztel. Una posibilidad que dependerá mucho que cuánto esté dispuesto Vodafone a poner sobre la mesa para adquirir ONO. A finales de febrero, Renta 4 especulaba con un precio de 8.500 millones de euros en la batalla por captar cuota de mercado en la piel de toro.
La gran ofensiva de Vodafone
Una cifra de este tenor sería más que suficiente para torcer la voluntad de los accionistas del grupo de cable, que con la coartada de la inminente salida a bolsa tratan de estirar la cuerda para conseguir el mejor precio posible. A la espera de poner sobre la mesa oferta vinculante, el grupo británico ya habría alcanzado un acuerdo previo con algunos de los fondos presentes en el capital de la compañía, una docena de entidades nacionales e internacionales entre las que se encuentran Banco Santander, CCMP Capital, Providence Equity o Quadrange.
“Vodafone tendrá que ser muy generoso, porque sabe que Ono puede conseguir una buena valoración en la salida a bolsa por el enorme interés que ahora despiertan los activos españoles. Si ha vuelto a acercarse a ONO es porque está dispuestos a tirar de chequera”, aseguran en una de las firmas de bolsa más activas en Jazztel en las últimas sesiones, que cree que el grupo británico elegirá la vía más rápida -la compra- para dar el salto cuantitativo que necesita en España.
Con la incorporación de ONO, Vodafone triplicaría su cuota de mercado de conexiones de banda ancha hasta el 21% y se quedaría con el millón largo de clientes de móvil de la compañía española. Una operación que deja a Orange con la única baza posible de Jazztel para no quedarse fuera del mercado. Mientras, la bolsa apuesta porque esta operación no tardará en llegar.