Según ha informado la Subdelegación del Gobierno de Soria, dichos trofeos portaban precintos de caza, expedidos respectivamente por la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, así como de la de Castilla y León, si bien ambos se encontraban confeccionados de manera ilegible y con rotulador, con el supuesto fin de poder reutilizar dicho precinto.
Además, en el interior del vehículo, los agentes hallaron un rifle de caza y un silenciador oculto en una maleta de ropa, y se podían acoplar perfectamente; se trata de armas prohibidas por la legislación.
Estos hechos fueron puestos en conocimiento del Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León al constituir, a juicio de los agentes, una infracción a la Ley de Caza de Castilla y León; también se ha puesto en conocimiento de la Subdelegación de Gobierno en Soria como una supuesta Infracción al Reglamento de Armas.