El descubrimiento, publicado en la revista »Cell Reports», demuestra que la molécula PLK1 no siempre es indicador de mal pronóstico y que reducir sus altos niveles es importante en los tratamientos de cáncer de mama, ha explicado este martes el CRG en un comunicado.
PLK1 siempre se había asociado al cáncer de mama por su papel en la división celular, teniendo en cuenta que se trata de una encima muy activa en el ciclo celular, especialmente durante la replicación genética y la mitosis, por lo que se encuentra en grandes cantidades en células afectadas por cáncer.
Ahora, el equipo del CRG ha observado que esta molécula también tiene un papel importante en la regulación de genes que se activan durante el estadio de reposo e iniciación de la división.
«Cuando PLK1 se expresa en su justa medida, participa en la respuesta de estrógenos y es necesaria para controlar y regular los genes que detienen la división celular», ha explicado el líder de la investigación, Miguel Beato.