Según ha informado la Benemérita, fue a finales del pasado mes de julio cuando se recibió una denuncia en el Puesto de Posadas (Córdoba), por el hurto de joyas del interior de un domicilio. En la denuncia se relataba que notaban la falta de determinadas joyas desde el año 2012, teniendo conocimiento las personas denunciantes de que a otros miembros de su familia, en domicilios cercanos, también le habían hurtado joyas.
Agentes del Instituto Armado iniciaron entonces las correspondientes gestiones para tratar de localizar, en principio, a otras personas afectadas, vecinos de la propia calle y adyacentes, constatándose otros siete hurtos de joyas en domicilios cercanos, tratándose de algunos familiares de los primeros denunciantes, y de amigos y vecinos del lugar.
A todos los afectados se les pidieron por los guaridias civiles que ofrecieran detalles de los supuestos hurtos y de las joyas sustraídas, coincidiendo todos que no habían detectado personas extrañas al lugar
El desarrollo de la investigación permitió esclarecer las sustracciones de las joyas y determinar a los investigadores de la Guardia Civil de Posadas que el hurto de las mismas había sido cometido por dos mujeres vecinas de Hornachuelos, con algún grado de parentesco con varios de los afectados, quienes en las reiteradas visitas que hacían a sus parientes y amigos aprovechaban cualquier distracción de los moradores para sustraer las joyas.
Estas mujeres fueron detenidas, pero, al sospechar los investigadores que podía haber más afectados, continuaron con las gestiones, lo que permitió averiguar que había otras ocho personas más que habían sido victimas de hurtos similares, llegando a determinar la Guardia Civil que en algunos de los hurtos había intervenido un varón, de 34 años y también vecino de Hornachuelos, que fue igualmente detenido.