El secretario general de Fitag-UGT en Huelva, Luciano Gómez, ha expresado este viernes su preocupación ante la posibilidad de todo el debate generado estos días sobre las balsas de fosfoyesos haga que su recuperación «quede empantanada en los tribunales».
En un comunicado, ha indicado que «no es descartable esta hipótesis» «al no existir una interlocución fiable en las administraciones central y autonómica», así como debido a «la jaula de grillos que, desde la falta de competencia y responsabilidad política, quieren dirigir este delicado proceso».
A su juicio, «este sería el peor de los escenarios posibles pues, de esta forma, se perderían las posibilidades que hoy ofrece la clausura de las balsas, de continuidad del empleo y generación de riqueza para Huelva».
Ha señalado que en la actualidad la empresa «sigue adelante con sus trabajos de restauración y regeneración de las balsas en cumplimiento de sentencia», teniendo «prácticamente conseguido el primer paso, que es la del tratamiento y eliminación de las aguas mucho antes de lo que se había previsto».
Así, Gómez ha indicado que «está a la espera de que haya claridad desde las administraciones», y de que «se le deje hacerlo, cosa que en muchos momentos es imposible hacer por los cambios de criterio».
Considera que este tema se ha convertido en «un arma arrojadiza para el enfrentamiento político y la división ciudadana» ya que «cada uno dice lo que se le antoja; se hacen propuestas que son medioambiental y socialmente inviables, como quitar los yesos y llevarlos ¿a dónde?», se ha preguntado.
«¿Alguien se ha parado a pensar el coste medioambiental y social que tendría un hipotético traslado? Debemos saber que se deberían crear diez nuevas zonas de almacenamiento en Huelva, permitir que se den 480 viajes en camiones diariamente y todo ello realizarlo durante los próximos 30 años. En definitiva, un pedir por pedir, a ver quien dice el despropósito más grande», ha apostillado.
Tras recordar que las balsas de fosfoyesos de Huelva «no son diferentes a las cientos de balsas que existen a lo largo de geografía mundial», ha incidido en que «no existe riesgo radiológico sobre el medio y la población, que se va a utilizar la mejor técnica disponible para su clausura y será realizada por la empresa más especializada del mundo».
«Tenemos que decir que en Huelva, podemos y debemos tener una mayor tranquilidad de que las cosas se están haciendo correctamente», ha enfatizado Luciano Gómez.
En consecuencia, desde el sindicato y para evitar que los trabajadores sigamos siendo los perjudicados, han instado a que se restablezca el diálogo entre las administraciones y también con la empresa y se puedan sentar unas bases de trabajo que permitan, por un lado, cumplir la sentencia «en sus justos términos» y por otro, «hacerlo de manera racional y adecuada para el interés general y el de todas la partes afectadas, especialmente la de los trabajadores ciudadanos en general».