En su intervención, el fiscal ha apelado a «reflexionar» sobre el comportamiento de la exdirectora y dos tutoras del centro, considerando «probado», por siete testimonios, que la primera sobrepasó la línea de la violencia física y las otras dos el trato «despectivo» y «duro» en sus expresiones.
Al no tener acreditado el «golpe físico» en las tutoras ha abierto las puertas a una alternativa para ellas: rebajar el delito de violencia a falta continuada, con diez días en beneficio de la comunidad.
Para señalar la gravedad de la actuación por parte de las tres ha dicho: «Si yo le digo a mi mujer que le voy a dar un golpe me ponen las esposas, mucho más si se lo doy. Luego ha añadido la especial indefensión de niños tan pequeños.