En cada sinapsis (lugar de comunicación entre neuronas) hay unas 100 vesículas por término medio, de las que tan sólo ocho o diez son las encargadas de transmitir la información ante la llegada del impulso nervioso, ha precisado la Hispalense en una nota. Esta decena de vesículas se reciclan y se reutilizan cíclicamente, en contra de lo que se había pensado hasta la fecha.
«Cada vez que la vesícula libera neurotransmisores se amplía la superficie de la neurona y cuando se desprende esta superficie se retrae. Cada vesícula hace este proceso, denominado »kiss and run», varias veces», explica el responsable de esta investigación, el catedrático de la Universidad de Sevilla Guillermo Álvarez de Toledo, quien añade que esta actividad responde al principio de economía de la energía del cuerpo humano, ya que una misma vesícula es capaz de enviar varias señales y luego reciclarse para volver a ser útil.
El objetivo de este nuevo proyecto es estudiar cómo la sinaptotagmina-7 regula este proceso en neuronas del sistema nervioso; así, y a través de una investigación aplicada, se podrían mejorar los tratamientos de adiciones como la drogodependencia.
Para este estudio, el grupo utiliza animales transgénicos con una proteína modificada en el que se observa que tras esta alteración aumenta el número de »kiss and run» de cada vesícula. Asimismo, mantienen contacto con especialistas de la talla del alemán Erwin Neher, Premio Nobel en Fisiología o Medicina en 1991 por sus descubrimientos sobre la función de los canales iónicos en las células, y el doctor Thomas Südhof, del Colegio de Medicina de la Universidad de Stanford (EEUU), recién nombrado Premio Nobel de Medicina 2013.