Se han introducido dispositivos de seguridad, como fundas aislantes, en una torre que sostiene un punto de transformación del barrio del Pla dels Vinyers con el objetivo de reducir al máximo el riesgo eléctrico para las aves que habitan o transitan por la zona.
La iniciativa también comporta mejorar la calidad y la continuidad del suministro a los 2.100 clientes que dependen de esta instalación, ya que las colisiones de aves con las infraestructuras eléctricas pueden suponer una interrupción del servicio.