Ángel Ruiz, a sus 56 años, se ha convertido en un héroe en Velilla de San Antonio, una población madrileña de no más de 12.000 habitantes. El lotero, que tiene la única administración que hay en el pueblo, vendió casi todas las series a una conocida cafetería del pueblo, denominada El Portón y entre unos vecinos que notan los efectos del paro como en cualquier parte de España.
«He vendido más de 10 series que son alrededor de 600.000 euros. Una gran cantidad de dinero que va a suponer una gran inyección de dinero para este pueblo donde también se ha notado la crisis. Aquí se ha montado una fiesta tremenda. La gente venía muy feliz a decirme que ellos tenían uno», afirma.
Desde una administración se vive muy de cerca la alegría pero el encargado de vender se queda sin trozo del pastel. «Para mí es suficiente con ver a tus clientes contentos, eso no está pagado. Me lo paso fenomenal. Los clientes del bar ahora estarán de fiesta y yo estoy muy contento», concluye.