Según han informado los Mossos en un comunicado, los agentes realizaron una inspección administrativa en el establecimiento el 19 de septiembre en la que intervinieron 394 piezas de ropa deportiva presuntamente falsificada, valoradas en más de 30.000 euros, e imputaron al comerciante, quien se negó a declarar ante los policías.
Los mossos habían sido alertados de los hechos una semana antes al observar a varios venderores ambulantes saliendo del local con productos, que después vendían en el Paseo Marítimo de Sant Joan de Déu en Calafell.