Las investigaciones han permitido saber que este hombre pidió a un conocido que alertara de madrugada a la Policía de que podía estar cometiéndose un robo en el local, porque escuchaba golpes, de modo que quedara constancia de que se había realizado el aviso.
Sin embargo, la Policía Científica puso en duda que los hechos hubieran ocurrido como se denunciaba, y ha obtenido testimonios de personas y otras pruebas que permiten determinar que el dueño había cerrado el local hacía dos semanas y había denunciado para poder cobrar del seguro.