Según ha informado este domingo la policía catalana en un comunicado, los agentes dieron el alto al vehículo el 10 de mayo en la carretera N-340 a su paso por la localidad de Alcanar, y comprobaron que el conductor tampoco disponía del permiso de conducir tras la suspensión de su carné por cuarta vez.
Los agentes inmovilizaron el vehículo, y el hombre intentó manipular una de las ruedas con la intención de abandonar el lugar, por lo que los agentes le detuvieron por un delito de desobediencia, y quedó en libertad tras comparecer ante el juzgado de guardia.
Otro conductor fue denunciado el 11 de mayo por circular bajo los efectos del alcohol en la misma localidad, y huir por una finca de naranjos con la intención de eludir el control, hasta colisionar con un muro y ser intervenido por los agentes.
Ambos conductores pueden ser condenados por alcoholemia penal a una pena de prisión de tres a seis meses o con trabajos para la comunidad, y con la privación de conducir un vehículo durante un tiempo superior a un año.