Los hechos han ocurrido en Pamplona y se han conocido después de que una mujer denunciara que venía recibiendo continuas llamadas desde junio de 2008 en el teléfono fijo de su domicilio. La Policía Foral consiguió localizar los números de los que habitualmente procedían las llamadas, y que resultaron ser dos cabinas telefónicas.
Los agentes, ha informado el Ejecutivo foral en un comunicado, instalaron un dispositivo de control y vigilancia y consiguieron sorprender al sospechoso en el momento en el que realizaba una llamada a la víctima. Al ver a los policías intentó huir, pero finalmente fue detenido.
La mujer que denunció los hechos le había rogado en múltiples ocasiones que dejara de molestarle porque las llamadas y el hecho de que conociera datos personales y horarios le había creado un estado de ansiedad al sentirse vigilada, aunque sus familiares ignoraban lo que ocurría porque cuando conversaba por teléfono con el posteriormente detenido no les revelaba el carácter de las llamadas.
El detenido, según la investigación policial, había acosado del mismo modo a otras tres mujeres durante muchos años. Una vez que conseguía el teléfono, averiguaba los horarios y rutinas y comenzaba a llamar a las víctimas.