Según ha explicado la Policía en una nota de prensa, las dos mujeres, que aparentaban elevado gran solvencia económica, acordaron con estos hosteleros la posibilidad de comer y cenar en los establecimientos, abonando lo consumido a final de mes, mientras durasen las obras en su casa.
A la hora de abonar la cuenta, ambas daban largas asegurando que les habían surgido gastos imprevistos, y la más joven, según la Policía, llegó a amenazar a uno de los hosteleros con denunciarle por acoso sexual, si continuaba reclamando el dinero.
Una vez realizadas las denuncias se descubrió que todo era un engaño, y que ambas vivían con unos ingresos mínimos y por encima de sus posibilidades, según la nota policial.
Ambas fueron detenidas por estafa, por el Grupo de Delincuencia Económica de Gijón.