Según ha explicado el subjefe del Área de Investigación Criminal de Barcelona, Ramon Grasa, los integrantes del grupo –tres de ellos en prisión provisional– atracaron bancos y cajas mediante la técnica del »Plof Kraak», que consiste en introducir una cánula rígida dentro de un cajero automático junto a un cable eléctrico y, posteriormente, llenarlo de gas inflamable y crear una chispa para provocar una explosión.
«La explosión era muy peligrosa porque se creaba una atmósfera explosiva, y la técnica requería muchos conocimientos», ha detallado Grasa, que ha explicado que entre los detenidos se encuentra el supuesto cabecilla del grupo, un italiano de 52 años que, presuntamente, era el que dirigía los atracos junto a dos personas más.
Ha explicado que, durante los primeros golpes, los atracadores provocaban una explosión en el dispensador de billetes y rompían el cristal de la oficina, aunque más adelante ya llegaron ha combinar dos explosiones: una en el dispensador de billetes y otra en la puerta, de manera que agilizaban la operación y evitaban ser vistos.
Grasa ha remarcado la peligrosidad de esta técnica, ya que no sólo puede llegar a destrozar la zona del cajero automático, sino también la estructura de la entidad bancaria, por lo que los atracadores buscaban zonas donde hubiera un descampado cerca para poder cubrirse: «Depende de la cuantía de explosivos que introduces, la deflagración puede ser muy grande, y a veces se les fue de las manos».
MEDIDAS DE VIGILIANCIA
Los detenidos actuaron en un total de 12 cajas y bancos de ahorro, entre los cuales cinco en Barcelona, cinco en Badalona, tres en L»Hospitalet de Llobregat y uno en Sant Just Desvern (Barcelona), aunque sólo fueron consumados una decena de atracos.
Tres de ellos –entre los cuales el jefe de la banda– eran los encargados de planificar y realizar la operación criminal, por lo que controlaban previamente los movimientos de la oficina, su localización y los horarios de los furgones blindados que llegaban con los billetes.
Los otros cuatro actuaban como colaboradores, ya que simplemente daban un servicio de vigilancia en la oficina, se encargaban de inhabilitar con pintura las cámaras de vigilancia y controlaban que no hubiera presencia policial en las inmediaciones del cajero automático.
TÉCNICA ITALIANA
Según Grasa, se trata de una técnica «muy típica de Italia» utilizada siempre para atracar cajas y bancos con un uso esencialmente patrimonial –no de carácter político–, y que requiere de un gran conocimiento sobre explosivos, ha concretado el subjefe de Investigación Criminal.
Respecto al detenido italiano, los Mossos encontraron en su domicilio numerosas fórmulas químicas «que dejaban en evidencia el alto grado de conocimientos», y diversos tipos de explosivos, que tuvieron que ser tratados por expertos, dado el peligro que requería su manipulación.